domingo, 29 de marzo de 2009

Inteligencia emocional y rendimiento deportivo

Es difícil optimizar el aprendizaje de un deporte si el deportista no posee la energía necesaria, si no está convencido de que es posible alcanzar el objetivo marcado, si no manifiesta junto a la inteligencia motriz, la inteligencia emocional que le permite soportar horas de entrenamiento, que le dota de un robusto autoconcepto, que le permite comprender que la fuerza está en verse cada vez mejor y que el fracaso surge cuando "superar a los demás" es la única meta en el deporte. (Ruiz Pérez y Sánchez Bañuelos, 1997)

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